QUE LÁSTIMA León Felipe S XX
¡Qué lástima que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas de hoy cantan!
¡Qué lastima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que
pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde ésta a aquella comarca.
Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la montaña.
Despues... ya no he vuelto a echar el ancla
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
Qué lástima
que yo no tenga una casa,
una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuerdo, una mesa apolillada
y el retrato de mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lastima que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho y la otra mano en el puño de la espada!
Por que...qué voy acantar, si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni un retrato de un abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada
(...)
lunes, 5 de octubre de 2009
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